RAZONES CONVINCENTES PARA PERMANECER LEALES A UNA INTERPRETACIÓN DE LA TIERRA JOVEN EN GÉNESIS 1

Resumen

Este artículo analizará que los creyentes que adhieren a una interpretación más literal de Génesis 1-3 y, de manera indirecta, ratifican el creacionismo de la Tierra joven, no solo tienen derecho a esa creencia sino que son epistémicamente sólidos al hacer esta elección dada la superioridad de una consistente interpretación de la revelación especial más allá de los datos recogidos de la revelación general que se describen en una cosmovisión en gran medida naturalista. Con este fin, este trabajo yuxtapone lo siguiente: la naturaleza de la revelación especial y de la revelación general (una consideración teológica), la coherencia que se observa en el enfoque hermenéutico y la variedad que se observa en las conclusiones / los créditos de la comunidad científica (una consideración metodológica), como así también la aceptación premoderna de la teología en el mundo académico con la subvaloración del papel del teólogo en período del siglo XIX-XX (una consideración histórica). En cada una de estas discusiones, este último concepto / idea será expuesto como inferior a, o por lo menos sospechoso a la luz de la opción anterior. Este trabajo presupone que el lector ha adoptado la cosmovisión cristiana de la creación. En otras palabras, el objetivo no es convencer al naturalista ateo de la cosmovisión cristiana de la creación. En cambio, el trabajo espera explicar por qué los cristianos de la Tierra joven están justificados en mantener esta visión y trata de convocar a los cristianos que adoptan una visión de la Tierra antigua para que reevalúen su posición. Si lo logra, los creacionistas de la Tierra joven serán alentados a aferrarse a su interpretación de Génesis 1-3 a pesar de la presión para que no lo hagan.

Abstract

This paper will argue that believers who adhere to a more literal interpretation of Genesis 1-3 and, by proxy, affirm a young-earth creation, are not only within their right to do so, but are epistemically sound in making this choice given the superiority of a robust interpretation of special revelation over and above data collected from general revelation delineated in a largely naturalistic worldview. To this end, this work will juxtapose the following: the nature of special revelation and general revelation (a theological consideration), the consistency witnessed in the hermeneutical enterprise and the variety observed in the conclusions/allowances witnessed in the scientific community (a methodological consideration), and the pre-modern acceptance of theology in the academia with the 19-20^th century’s under-appreciation of theology’s role (a historic consideration). In each of these discussions, the latter concept/idea will be exposed as inferior to, or at least suspect in light of the former option. This paper assumes that the reader has adopted the Christian worldview. In other words, the aim of this work is not to convince the atheist naturalist of the Christian worldview on creation. Instead, this work hopes to explain why young-earth Christians are justified in holding this view and seeks to call Christians who adopt an old-earth view to reevaluate their position. If successful, young-earth creationists will be encouraged to hold fast to their interpretation of Genesis 1-3 in spite of being pressured to do otherwise.